Para el profesor de Filosofía Pablo Romero García, Uruguay debe volver a ser el país de pensamiento que lo distinguió entre otros durante mucho tiempo. De visita en Mercedes, como lo hace desde hace muchos años en cada enero para participar del jazz, Romero señaló que “aunque este año el festival no se ha podido desarrollar, aquí tenemos amigos y disfrutamos mucho de todo el entorno que tiene la ciudad”. 

Además de ser docente de Filosofía en varios sectores de la educación, también es docente de Etica en UCLAEH, viene participando en la elaboración de un plan de Cultura y cursa una maestría en Políticas de Gestión de la Educación. 

Durante su presencia en el programa “Amigos por Siempre” que se emite en la 94.9, se abordaron con el docente temas vinculados a la educación y valores que se han ido perdiendo en la sociedad. 

Específicamente sobre todo lo que nos está dejando este pasaje por la pandemia y sobre esos mensajes que no llegan quizá como quisiéramos, al sector más joven de la sociedad. 

El docente afirmó que “si miramos otros países en el mundo, esta situación que se vive en Uruguay también ha ocurrido en otros lugares y quizá muchos no tienen esa empatía de no aglomerarse y ponerse en el lugar del otro en un momento en que debemos priorizar el bien común antes que el individual. Nuestra época creo se caracteriza por exacerbar en cierto grado el individualismo y es difícil percibirlo en ciertas edades donde la vida se vive en el presente y cuesta colocarse en el lugar del otro, pero es una situación -vuelvo a reiterar- global y que no es exclusiva de Uruguay. Ahí juegan varios elementos que tienen que ver con lo educativo, la formación en valores y que la educación no es sólo contenidos disciplinarios o académicos, sino que también tiene que ver con el diálogo, con debatir y poner sobre la mesa aquellos valores que son deseables para una sociedad. 

Creo que más allá de lo negativo que tiene toda esta situación, podemos destacar alguna enseñanza a nivel ético o de los valores deseables que queremos exista en la sociedad.

En lo educativo esta pandemia nos ha mostrado la existencia de una desigualdad a nivel de la enseñanza. Mientras estuvimos trabajando en el ámbito virtual, las conexiones con los sectores culturales más bajos fueron las primeras que perdimos y hay un rezago muy importante de chicos que se han desescolarizado y esto tiene que ver con que quizá en sus familias no existan ámbitos de control del estudio, que tengan un espacio para cumplir con sus tareas y se vieron las diferencias con aquellos hogares que están mejor constituidos y con más posibilidades, donde hay incluso una cultura del estudio incorporada. Eso es algo que debemos atender rápidamente para que esas brechas que ya existían, no se profundicen más aun. 

Debemos pensar que esperamos un año educativo muy similar al anterior y qué costo va a tener tanto a nivel social como cultural con estos chicos que de a ratos están en las instituciones y deben cumplir con tareas fuera de estos ámbitos. Allí tenemos un gran desafío porque son las generaciones del futuro que nos van a sustituir y si esto se prolonga, habrá baches que seguirán quedando difíciles de solucionar. 

La primera educación es en la casa donde se les enseñan valores, respeto, pero hoy lamentablemente tenemos una cultura donde muchos se miran más el ombligo y eso dificulta establecer los vínculos, la percepción y esa capacidad de colocarse en el lugar del otro. Esto nosotros lo vemos desde el punto de vista educativo, en el comportamiento que tienen los escolares en el aula y hay violencia física y verbal que emergen prácticamente naturalizadas y cuesta hacerles entender que el otro es una persona que hay que respetar y debemos generar esa cultura de la convivencia que todos los profesores percibimos, es necesaria en el espacio educativo. Estos espacios son el reflejo de lo que ocurre afuera y no escapa a nuestra mirada la violencia o hechos que nos llaman la atención que se dan en diferentes ámbitos, vinculando a diferentes etapas generacionales”.

¿Es más complejo ser docente en la actualidad?

“Sí, por supuesto. Yo dicto clases en Ciclo Básico, Bachillerato y Universidad, por lo que atravieso diferentes etapas generacionales. Sin dudas que la zona más compleja a nivel educativo es el Ciclo Básico, entre los 12 y 17 años, y allí detectamos un déficit de capital cultural, cada vez hay menos manejo del lenguaje, hay otros temas vinculados con la convivencia, repercutiendo esto en los rendimientos, por lo que los profesores debemos buscar estrategias de motivación.

Competimos también con la utilización de las nuevas tecnologías, que son muy buenas, pero que tienen su contraparte en el ámbito educativo, los estudiantes utilizan mucho el celular, se han acostumbrado a un lenguaje recortado y también hay que educarlos para que esto sea usado en forma favorable. 

Vemos que falta diálogo entre el docente y los alumnos, hay que tener en cuenta que en muchas familias los chicos están solos prácticamente todo el día, no se comparte un diálogo y vemos que el celular lamentablemente, ocupa mucho espacio en gente de edades similares. 

En otros momentos existía el diálogo intergeneracional, que era muy rico, fortalecía los lazos intrafamiliares y a nivel docente y hoy tenemos un vacío bastante amplio. En esta sociedad del conocimiento, donde una de sus características es la ampliación de la comunicación, parece que cada vez estamos más incomunicados y ese diálogo cara a cara se ha ido perdiendo cada vez más. Ahí tenemos también un desafío porque hay que ver cómo adaptamos la enseñanza a un modo de conocer nuevo que tienen los chicos a través de las pantallas. 

Muchas veces el aumento de las faltas de ortografía tiene que ver con el manejo de lo visual y cuando leemos mucho, nos choca cuando escribimos mal una palabra y ello está ausente porque el texto físico de un libro se usa cada vez menos. Esto tiene que ver con la transmisión de valores, también desde la casa, de los objetos culturales y de incentivar desde niños a leer libros.

Hoy tenemos números muy preocupantes porque sabemos que de Educación Media está egresando un 41%, o sea que sólo cuatro de cada diez jóvenes, están terminando ese ciclo en nuestro país. Esto nos compromete como sociedad y a nivel cualitativo las pruebas que hemos tenido a nivel internacional y también las que se hacen en Uruguay nos muestran que tenemos una complicación muy fuerte en el ámbito de las ciencias, como así también de la comprensión lectora. 

Actualmente, muchos de los chicos no saben hacer un resumen y eso no sólo les genera dificultades a la hora de estudiar, sino también para desenvolverse en una entrevista de trabajo para poder expresarse correctamente, tanto verbalmente como por escrito.  Hay algunos métodos de enseñanza que se han ido perdiendo y es importante retomarlos, pero sobre todo debemos apostar a trabajar fuertemente desde Primaria en todo lo que tiene que ver con la comprensión lectora, hacer énfasis en el campo de las humanidades y establecer como en otros países, el campo de la filosofía para los niños con textos argumentativos a partir de los 8 ó 10 años. 

Creo que es importante que más allá del gobierno de turno, haya políticas culturales a largo plazo que atraviesen varias épocas y justamente estoy trabajando en un proyecto que permita que la ANEP tenga una oficina de Cultura, porque entiendo que a nivel de territorios es importante tener un plan que circule por escuelas, liceos, UTU. Esperamos próximamente presentar esta propuesta que estará muy vinculada con todos, sin importar en qué lugar del territorio residan, porque en esta aldea global es importante la identidad local y creo que uno de los signos que tenemos que volver a rescatar es ese Uruguay como país de pensamiento”.